La gripe es una de las enfermedades más comunes en los meses más fríos del año. Se trata de una patología infecciosa –y muy contagiosa– que afecta, principalmente, al sistema respiratorio. Generalmente, suele ser leve, y sus síntomas más habituales son el dolor de cabeza, el malestar general y la tos.

La gripe es una enfermedad infecciosa muy común a lo largo del otoño e invierno, causada por un grupo de virus llamados virus de la gripe o también virus de la influenza. Afecta al aparato respiratorio y su sintomatología es muy característica.

Esta enfermedad, típica de los meses fríos, tiene prevalencia en todo el mundo y, habitualmente, suele ser, en la mayoría de casos, una patología bastante leve. Aunque sí es cierto que, en grupos de población de riesgo, como los ancianos o los pacientes con enfermedades crónicas o cardíacas, la gripe puede agravarse y generar complicaciones mayores.

¿Es contagiosa?

Sí. La gripe es una de las enfermedades más contagiosas que hay. Se transmite muy fácilmente de persona a persona, en la mayoría de casos a través de las secreciones respiratorias, la tos o los estornudos.

Una persona también se puede contagiar si toca algo que contenga el virus y, posteriormente, se roza la nariz, los ojos o la boca. Las personas enfermas pueden transmitir la gripe desde un día antes de que comiencen a notar los síntomas hasta siete días después de su inicio.

El riesgo de contagio de una persona dependerá de diversos factores, como su estado de salud en esos momentos, su alimentación habitual, su edad, su nivel natural de inmunidad, etc.

Signos habituales de una gripe

Aunque los síntomas de la gripe pueden variar, sobre todo en cuanto a la intensidad y la duración, en función de cada persona, existen ciertos signos comunes, como:

  • Dolor de cabeza
  • Malestar general
  • Dolor muscular
  • Tos seca
  • Goteo de la nariz
  • Picos de fiebre
  • Dolor de garganta

En menor proporción, un cuadro de gripe también puede causar diarrea, vómitos, dolor abdominal o cansancio persistente.

Shot of a senior man blowing his nose with a tissue at home

¿Cuánto dura esta enfermedad?

La fiebre –y sus síntomas– no suelen durar más de una semana. Los primeros días se aconseja no acudir al trabajo y evitar relacionarse con más personas, para no favorecer el contagio.

Lo más habitual es que la sintomatología mejore de forma natural en las primeras 72 horas, a excepción de los problemas respiratorios, que empeoran durante los primeros días. Por eso, puede ser que algunas personas, pasados los primeros siete días, sigan teniendo tos o sintiéndose débiles un par de semanas más.

Y ¿qué pasa con los niños?

En el caso concreto de los niños, los síntomas suelen aparecer dos días después de entrar en contacto con el virus. Comparten signos con los adultos con gripe, como la fiebre o el dolor de cabeza, pero también suelen padecer escalofríos, mareos o pérdida de apetito.

Los niños con gripe no pueden ir a la escuela o la guardería hasta que hayan pasado, como mínimo, 24 horas seguidas sin fiebre. La enfermedad es muy contagiosa a esas edades.

¿Se puede prevenir la gripe?

Actualmente, existe una vacuna contra la gripe que, se estima, consigue una protección para entre el 50 y el 80% de la población. Esta vacuna antigripal se suele administrar al inicio del otoño y es altamente aconsejable a grupos de riesgo como las personas mayores o los enfermos crónicos, respiratorios, cardíacos o renales. Esta vacuna se elabora en función de los virus causantes de la gripe del invierno anterior.

El mejor tratamiento para aliviar los síntomas de la gripe

  • Existen fármacos que se usan para tratar los dolores musculares y el dolor de cabeza y reducir la fiebre. Es decir, no eliminan posibles complicaciones, sino que su objetivo es minimizar la intensidad de los síntomas. El más usado es el paracetamol. Hay que recordar que la gripe está causada por un virus, por lo que los antibióticos no aceleran su curación.
  • Además, siempre es aconsejable reposar, durante los primeros días, todo lo que sea posible. El descanso y dormir las horas necesarias alivian los síntomas. Además, quedarse en casa favorecerá que el virus no se propague más.
  • Asegurar una buena hidratación bebiendo mucha agua o caldos es indispensable.
  • Taparse la boca y la nariz con un papel desechable al estornudar o toser. Si no se tiene un pañuelo de papel en esos momentos, se recomienda taparse con la cara interna del codo y lavarse inmediatamente.
  • Llevar puesta una mascarilla también puede ser una herramienta útil a la hora de frenar los contagios por gripe.
  • Lavarse las manos correctamente, con agua y jabón, después de toser, estornudar, ir al baño o antes de comer.
  • Evitar consumir alcohol y fumar.

 

Dr. Carles Rabassa
Centre mèdic Atlàntida