Definimos salud como el “estado completo de bienestar físico, psicológico y social, y no sólo la ausencia de enfermedad” (OMS). Actualmente todos vemos lógica esta definición, puesto que hemos aceptado que la salud de una persona no consiste sólo en no estar enfermo. Sin embargo, antes de los años cincuenta no se tenía tan claro este concepto, es por eso que la ciencia avanza y se van implementando nuevas definiciones. Evidentemente, desde entonces hasta hoy en día la ciencia ha seguido avanzando creando nuevos conceptos que se adapten más a nuestras necesidades como el que vamos a tratar: la Empresa Saludable.
Definimos como Empresa Saludable aquella empresa cuya cultura, clima y prácticas crean un entorno que promueve la salud y el bienestar en sus empleados, así como la efectividad empresarial (National Institute for Occupational Safety and Health).
¿De dónde surge la necesidad de crear el concepto de Empresa Saludable?
- La primera causa de muerte por accidente de trabajo son las enfermedades cardiovasculares. En 2010 era un 40% y ha ido aumentando hasta el 48% en 2016. (Estadísticas MEYSS 2017)
- La falta de hábitos saludables representa el 27% de los factores que generan tensión en el trabajo. (OMS)
- La productividad puede verse reducida hasta un 20% debido a una mala alimentación. (OIT)
- Por cada día de baja de un empleado activo se producen 4 días de baja de un empleado sedentario (Sistema Nacional de Salud de Canadá).
- Los programas de actividad física en el trabajo reducen el 32% las probabilidades de coger la baja y aumentan la productividad un 52%. (Southern Australian Workplace Physical Activity Resource Kit)
- Un empleado activo físicamente es un 12% más productivo que uno sedentario (Sistema Nacional de Salud de Canadá)
- Por cada euro invertido en una práctica saludable, se retornan a la empresa de tres a seis euros de beneficio.
- El bienestar en el trabajo es definido como la calidad de la experiencia del empleado y su funcionalidad en el trabajo. Definimos tres tipos de bienestar: psicológico, social y físico.
A su vez, estas tres tipologías de bienestar son estudiadas desde tres enfoques, la felicidad, las relaciones y la salud (Grant et al., 2007); representando así los tres pilares fundamentales para llegar a ser una empresa saludable, en la cual ya no se mira por la salud de los trabajadores, sino por la salud de las personas. La motivación del trabajador ya no se consigue solo con el aumento de sueldo, que resulta ineficaz en muchas ocasiones debido al efecto techo como determinó Warr (1987) en su modelo vitamínico, ahora hay que preocuparse por las necesidades de las personas.
El primer paso para llegar a ser una empresa saludable efectiva consiste en pasar una encuesta a los trabajadores preguntando aspectos sobre su estado de salud, sus necesidades, aspectos que les ayudarían a estar mejor, etc. A partir de los resultados podremos empezar a plantear medidas que solventen estas necesidades y aumenten el bienestar.
Recomendaciones en el ámbito de la salud:
- Poner a disponibilidad de los trabajadores servicios médicos como fisioterapeutas, podólogos, psicólogos, etc.
- Ofrecer asistencia telefónica.
- Asesoramiento social.
- Servicios de canguro.
- Facilidades para acceder a los gimnasios.
- Realizar charlas sobre tabaquismo o consumo de alcohol.
Recomendaciones el ámbito de de la nutrición:
- Crear menús saludables para los empleados que comen en el trabajo.
- Definir un día a la semana para traer fruta.
- Ofrecer asesoramiento dietético.
Recomendaciones en el ámbito emocional:
- Ofrecer soporte psicológico.
- Realizar charlas sobre la gestión del estrés.
- Premiar a los trabajadores al haber alcanzado algún objetivo.
- Promover el buen ambiente laboral.
Los objetivos que se deben marcar las empresas para llegar a ser Empresas Saludables deben ser objetivos SMART, esto es, deben ser específicos, medibles, acordados, realistas y con fechas concretas; de este modo será mucho más fácil alcanzarlos.
Implementar las medidas para conseguir ser una Empresa Saludable proporciona beneficios a los trabajadores, ya que aumenta el compromiso con el trabajo, proporciona motivación, fomenta el buen clima laboral, aumenta la calidad de vida puesto que facilita la conciliación laboral y familiar y permite sentirse parte de la empresa. Pero, además, también es beneficioso para la propia empresa porque permite retener el talento y así aumenta la productividad lo cual hace que la empresa sea más eficiente y productiva, e incluso más sostenible.
Elena García