La estimulación cognitiva hace referencia a desarrollar actividades con el fin de mejorar el rendimiento cognitivo, bien general o bien de alguno de sus procesos cognitivos. Desarrollar los procesos cognitivos es útil y necesario cuando se trata de reducir el impacto de situaciones discapacitantes acontecidas de pérdidas bien sean repentinas o bien debidas a la edad. Por lo tanto según sea la necesidad de estimular cognitivamente así tendrá que ser el diseño de las actividades estimuladoras y en este caso es muy interesante la utilización de las nuevas tecnologías.
En este sentido, según Muñoz y Tirapu (2008), un programa ideal de estimulación cognitiva tiene que incluir:
- Referentes teóricos.
- Perspectiva interdisciplinar y múltiplo.
- Orden de prioridades.
- Intervención precoz.
- Tiempo suficiente de desarrollo de actividades terapéuticas.
- Tener en cuenta el apoyo que ofrecen las habilidades conservadas.
- Tener en consideración las variables emocionales.
Por lo tanto, los objetivos de la estimulación cognitiva son favorecer el rendimiento de las funciones cognitivas superiores, sin perder de vista la necesidad también de favorecer la interrelación social, puesto que esta última influye las variables emocionales.
Actualmente, existen diferentes programas basados en e-learning y/o las nuevas tecnologías los cuales sirven como apoyo para trabajar las diferentes áreas cognitivas a estimular. Estas herramientas suelen tener buena aceptación puesto que presentan un formato bastante lúdico mucho más atractivo que las tareas a desarrollar con sólo papel y lápiz.
Sin embargo, Muñoz y Tirapu (2008) señalan algunas desventajas como pueden ser la rigidez de los programas y su incapacidad para atender las variables cualitativas implicadas en la ejecución de los usuarios. Estas desventajas originan la reflexión sobre la importancia de la “presencia humana” al otro lado de la actividad además de la presencia tecnológica representada por el ordenador.
Una forma actual de dar respuesta a esta reflexión es la utilización de una estructura audiovisual interactiva que incorpore la presencia constante de un terapeuta. Lo cual quiere decir que la estimulación cognitiva con nuevas tecnologías es más eficaz cuando tenemos un profesional que cuando se utilizan sin el apoyo de un experto.
Las estructuras en red que permiten la participación de un equipo humano “al otro lado de la pantalla” tienen como principal característica la interactividad inherente a la presenciabilidad. Este tipo de estructuras son las utilizadas, entre otros formatos, en las videoconferencias y en los webinar, estos últimos permiten también la asistencia diferida.
Esta estructura nos permite trabajar diferentes áreas cognitivas:
- Atención.
- Memoria.
- Habilidades motrices.
- Lenguaje.
- Funciones ejecutivas.
- Estimulación visual.
Así como también áreas personales y sociales relacionadas con la cognición y las emociones.
- Habilidades sociales.
- Conocimiento de las nuevas tecnologías.
- Apertura a las nuevas expectativas sociales.
- Incremento de la interacción social.
- Incitación a la participación.
- Preservación de la intimidad.
- Componente lúdico.
La estructuras audiovisuales interactivas, que incluyen la presencia de un terapeuta permiten utilizar las ventajas relacionadas con las actividades diseñadas para ordenadores ya existentes añadiendo la presencia de un profesional que proporcione flexibilidad a la sesión, dentro de un contexto de interacción social sin necesidad de desplazamientos.
María Victorina Arrabal Martín
Psicóloga
Colaboradora Equip Dependentia