Muchas veces, los jóvenes beben alcohol con el fin de encajar en un grupo. Hoy día, es ya la droga más consumida entre los adolescentes, por encima del tabaco. Detectar a tiempo una posible adicción resulta vital, por lo que los adultos deben estar atentos a ciertas señales.
Según cifras del Gobierno, en España un 92% de jóvenes de 18 años ha consumido alcohol alguna vez. Además, según el Ministerio de Sanidad, de promedio, los jóvenes empiezan a consumir alcohol a los 14 años. A pesar de que beber sea un acto muy normalizado en la sociedad, es fundamental recordar que el alcohol es una droga y que consumirlo de forma abusiva puede acabar en una importante adicción.
Las causas por las que un adolescente bebe son variadas. Aunque muchos de esos jóvenes beben para desinhibirse en reuniones sociales, formar parte de un grupo o pasarlo / sentirse bien, es importante conocer los riesgos y el efecto que tiene este consumo a largo plazo. Además, es necesario estar atento a la dependencia que origina para evitar una posible adicción. No es lo mismo un consumo puntual que el abuso del alcohol.
La adicción al alcohol es una enfermedad. La persona manifiesta una dependencia a esta droga hasta tal punto que, de no satisfacerla, le impide continuar de manera natural en su día a día. El consumo abusivo a edades tempranas ocasiona consecuencias serias para el organismo. Además, el alcoholismo en la adolescencia hace que se desarrolle más rápidamente una tolerancia a esta sustancia, dando lugar a problemas en la edad adulta.
Pese a esto, según investigaciones, los jóvenes no creen que consumir cuatro o cinco copas durante los fines de semana pueda ocasionar estos problemas de salud. Y lo preocupante es que las generaciones más jóvenes son conocedoras de los efectos negativos de este consumo, pero creen que a ellos no les puede ocurrir nada malo.
Riesgos del binge drinking
Raramente, los adolescentes presentan cirrosis hepática u otros trastornos más habituales en los adultos que llevan años abusando del alcohol. Sin embargo, los últimos estudios han demostrado que el consumo de alcohol en la adolescencia, y especialmente el consumo en atracón, puede afectar el sistema nervioso central a distintos niveles:
- Interfiere en el desarrollo del cerebro, limitando su futuro y su potencial.
- Afecta al hipocampo, la zona cerebral relacionada con la memoria y el aprendizaje.
- En los casos en los que el consumo de alcohol produce síntomas de resaca o abstinencia, se producen daños sobre la memoria, el aprendizaje y la planificación de tareas.
Como consecuencia, se manifiestan también alteraciones de las relaciones personales, del rendimiento escolar, comportamientos violentos y conductas peligrosas para la salud, como prácticas sexuales de riesgo o conducir bajo los efectos del alcohol.
Síntomas de alcoholismo en jóvenes
Una adicción al alcohol tiene graves efectos psicológicos y sobre la salud física, además de interferir en las relaciones con los amigos, la familia y en el sistema educativo.
- Enrojecimiento de la piel
- Cansancio
- Problemas para dormir
- Dolores de cabeza
- Náuseas
- Dificultad para concentrarse
- Desinterés en general
- Bajo estado de ánimo
- Depresión
- Ansiedad
- Dificultad para expresar emociones
- Baja tolerancia a la frustración
- Irritabilidad
- Comportamientos de riesgo
- Impulsividad
- Problemas de comunicación con la familia
- Desobediencia
- Ausencias frecuentes en la escuela
- Cambio drástico en la apariencia
La prevención, clave
Los hábitos y la educación llevados a cabo en las casas y las escuelas son cruciales a la hora de prevenir el consumo de alcohol. Es importante, en este sentido, fomentar el diálogo entre padres e hijos para que el adolescente siga unos hábitos saludables y evite el consumo de drogas.
Por otro lado, en muchos centros educativos ya se ofrecen charlas y distintas actividades en torno a este tema. Se apuesta por el autocuidado, se ofrecen nuevas alternativas de ocio y se ofrece información sobre las sustancias que consumen.
Este conocimiento aporta a los adolescentes recursos y herramientas para que sus consumos sean lo menos graves posible.
¿Qué hacer frente a un joven que abusa del alcohol?
No hay que demonizar el consumo de alcohol, pero sí explicar qué pasa cuando se sobrepasan las dosis que puede soportar el organismo. Se trata de ofrecer explicaciones directas, sinceras y que acerquen posturas.
También es importante no ocultar el problema ni las preocupaciones que causa en la familia. Entre todos, hay que abordar la situación con diálogo y ayuda externa, si fuera necesaria.
Posibles tratamientos
El tratamiento del alcoholismo en jóvenes y adolescentes suele pasar por diversos pasos:
- Desintoxicación y abstinencia. Es un proceso controlado por un profesional médico.
- Gestión emocional. Se aprende y se marcan una serie de objetivos y metas que permitan al adolescente avanzar (y mantener) su abstinencia.
- Tratamiento psicológico. Sirve para comprender el problema que esa persona tiene con el alcohol. También se usa para abordar otro tipo de complicaciones psicológicas derivadas de la adicción, como la ansiedad o la depresión.
Dr. Carles Rabassa
Centro Medico Atlàntida